Queridos Padres
Hola, sé qué hace tiempo que no
hemos hablado, desde aquel día que discutimos fuertemente por mis ideales, esos
que tanto te molestan, sabes, lamento no ser lo que querías que fuera, lamento
no ser ese niño brillante que tanto esperabas que saliera del vientre de mama,
ese que adorara las mismas cosas que a ti te gustan, en lugar de eso nací yo…
la contra parte de tu hijo deseado, alguien quien adora los tatuajes, leer,
beber, salir con sus amigos y divertirse. Sé que nunca fui muy bueno para la
escuela porque me ponía a hacer dibujos durante mi clase o me quedaba fumando
en el patio, siempre fui diferente y tú lo sabías.
Cuando estaba en la secundaria y te
dije lo que quería hacer de mi vida y estudiar dibujo artístico tu respuesta
fue rápida y contundente “¿Acaso eres tonto?, ningún hijo mío estudiara esas
tonterías” pero lo dijiste de una manera fría, dándome a entender que no era
algo negociable, mi reacción fue la más obvia… agache la cabeza y obedecí.
Cuando te presente a mi novia por
primera vez, esa a la que tanto ame y aún recuerdo con mucho cariño, recuerdo
tus palabras cuando la lleve a nuestra casa por primera vez “De donde la sacaste, de un bar de mala
vida” nuevamente con esa mirada, solo porque tenía tatuajes en sus brazos y no
iba vestida como si fuera un baile de gala, después de ello me obligaste a
terminar mi relación con ella y eso hice. Ese fue el punto donde todo cambio,
me di cuenta de que no era mi vida, era tu vida la que estaba viviendo, hacia
cosas que no me gustaban, salía con gente que no me agrada y todo porque, para
que tú te sintieras orgulloso de mi, fue duro el darme cuenta que tenía que ser
otra persona para que no te diera decepción hablar de mi con tus amistades.
Ya han pasado 2 años que deje la
casa y no recibí ninguna señal tuya de que tuvieras deseos de volverme a ver o
saber de mí, ahora vienes a verme y me traes flores, incluso vienes llorando de
arrepentimiento, junto con toda la familia y amigos, pero… no puedo escucharte,
hay un cristal entre nosotros que no me deja escucharlos, solo los veo
llorar y ha mama culparte, intento
decirle que no es tu culpa, pero no me escucha, así que mejor me quedo callado,
veo una luz blanca y un clima cálido, tal vez es hora de despedirme, solo quiero
pedirte una disculpa por no ser lo que tu hubieras querido y no llores, te
perdono y te esperare.
Te amo papa.
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Tu hijo muerto.