viernes, 10 de febrero de 2017

Queridos Padres

Queridos Padres



Hola, sé qué hace tiempo que no hemos hablado, desde aquel día que discutimos fuertemente por mis ideales, esos que tanto te molestan, sabes, lamento no ser lo que querías que fuera, lamento no ser ese niño brillante que tanto esperabas que saliera del vientre de mama, ese que adorara las mismas cosas que a ti te gustan, en lugar de eso nací yo… la contra parte de tu hijo deseado, alguien quien adora los tatuajes, leer, beber, salir con sus amigos y divertirse. Sé que nunca fui muy bueno para la escuela porque me ponía a hacer dibujos durante mi clase o me quedaba fumando en el patio, siempre fui diferente y tú lo sabías.

Cuando estaba en la secundaria y te dije lo que quería hacer de mi vida y estudiar dibujo artístico tu respuesta fue rápida y contundente “¿Acaso eres tonto?, ningún hijo mío estudiara esas tonterías” pero lo dijiste de una manera fría, dándome a entender que no era algo negociable, mi reacción fue la más obvia… agache la cabeza y obedecí.

Cuando te presente a mi novia por primera vez, esa a la que tanto ame y aún recuerdo con mucho cariño, recuerdo tus palabras cuando la lleve a nuestra casa por primera vez    “De donde la sacaste, de un bar de mala vida”  nuevamente con esa mirada,  solo porque tenía tatuajes en sus brazos y no iba vestida como si fuera un baile de gala, después de ello me obligaste a terminar mi relación con ella y eso hice. Ese fue el punto donde todo cambio, me di cuenta de que no era mi vida, era tu vida la que estaba viviendo, hacia cosas que no me gustaban, salía con gente que no me agrada y todo porque, para que tú te sintieras orgulloso de mi, fue duro el darme cuenta que tenía que ser otra persona para que no te diera decepción hablar de mi con tus amistades.

Ya han pasado 2 años que deje la casa y no recibí ninguna señal tuya de que tuvieras deseos de volverme a ver o saber de mí, ahora vienes a verme y me traes flores, incluso vienes llorando de arrepentimiento, junto con toda la familia y amigos, pero… no puedo escucharte, hay un cristal entre nosotros que no me deja escucharlos, solo los veo llorar  y ha mama culparte, intento decirle que no es tu culpa, pero no me escucha, así que mejor me quedo callado, veo una luz blanca y un clima cálido, tal vez es hora de despedirme, solo quiero pedirte una disculpa por no ser lo que tu hubieras querido y no llores, te perdono y te esperare.

Te amo papa.

-         Tu hijo muerto.

lunes, 6 de febrero de 2017

BITÁCORA DÍA 37

BITÁCORA,  DÍA 37, AGENTE ZOMGEL


¿Alguna vez pensaste que las cosas serían así? Tu sentado en una esquina esperando una respuesta de un dios que no sabes si existe y si existe no sabes si le importas, he estado solo por más de 3 meses, las ideas cruzan por mi cabeza como un relámpago en una noche lluviosa “ termina con todo” “vamos solo hazlo, solo dolerá un minuto” “no seas un cobarde y ponle fin a esto” si te preguntas a que se refieren esas frases… la verdad no tengo idea o no quisiera tenerla, mi nave esta averiada, mis reservas de oxigeno cada vez está más bajo y para colmo me acerco a la fecha en que murió el, mi abuelo, mi mentor, la única persona que me ha querido desde el primer momento,  hoy salí a dar un paseo en este solitario lugar, “ puede recordar ese sonido, era el silencio que las personas hacían cuando caminaban” era un silencio tan doloroso que mis lágrimas salieron solas sin avisarme, fue extraño después de eso, llego una extraña persona a donde yo estaba no sabía si estaba enloqueciendo o de verdad esa persona está ahí intentado hablar conmigo se acercó me apunto con una arma algo extraña y ¡pum! Termino mi ciesta y tuve que irme a trabajar, otro día de aburrida rutina, excepto por la ida a la tirolesa que fui invitado y no acudí por falta de capital, es duro ser pobre y estudiante, son  cosas que no se llevan muy bien, pero bueno son cosas que no importan, al fin de todo… hoy no fue un buen día.